Desde el nacimiento hasta los primeros escritos

Juventud

Grazia Deledda nació en Nuoro en 1871 en el seno de una familia acomodada, la quinta de siete hermanos y hermanas.
Inmediatamente después de la escuela primaria comenzó sus estudios como autodidacta y pronto, muy joven, a la edad de quince años, escribió su primer cuento. A los diecisiete envió su primer ensayo Sangue Sardo a la conocida revista de la época ''Última moda'' solicitando su publicación. Se iniciaron entonces diversas colaboraciones con revistas locales y nacionales, posteriormente en 1892, con la publicación de Fior di Sardegna, se inició la verdadera actividad literaria de Grazia Deledda, que desde ese momento nunca ha cesado.

Madurez

Actividad literaria

En 1900 se trasladó a Roma con su marido y coronó uno de sus mayores sueños, escapar de la realidad sarda, aunque siempre muy presente en sus relatos. De hecho, uno de los temas predominantes y recurrentes en sus escritos es precisamente la sociedad patriarcal sarda, una sociedad que por razones geográficas pero también culturales estaba desconectada de la nación, como ella misma destaca en muchas cartas y entrevistas.
A menudo objeto de críticas por sus toscas descripciones de la realidad, problemas familiares, amistades románticas y autobiografías veladas, fue una fuerte exponente del realismo y en momentos de decadencia. Su escritura siempre se ha caracterizado por una clave muy moderna, sus obras de hecho , resultaron ser fácilmente adaptables a la narración cinematográfica. Así, en 1916 se rodó la película muda Cenere, basada en el libro del escritor del mismo nombre, que lamentablemente no llegó a terminar debido a la guerra.

Primera mujer italiana

Premio Nobel

En 1927 le concedieron el premio Nobel de literatura de 1926 (en ese año no había nadie con los requisitos). Grazia Deledda fue la primera mujer italiana en recibir tal honor. Su carácter fuerte y a la vez dócil siempre la llamó la atención, ella misma luce así:
Soy muy pequeña, ya sabes, soy pequeña incluso en comparación con las mujeres sardas que son muy pequeñas, pero soy tan atrevida y valiente como un gigante y no tengo miedo de las batallas intelectuales.

Los últimos años de vida

Murió a la edad de 64 años en 1936 en Roma, y recién en 1959 su cuerpo fue trasladado a su país de origen, Nuoro, donde aún descansa y vive para siempre en la historia de la literatura italiana e internacional.